Escudo de Villanueva del Segura
El antiguo templo prácticamente se derrumba durante la Guerra de Independencia (1.808 - 1.814) a pesar de los intentos de mantenerlo en uso por parte de los Infantes, hermanos del Rey ya aunque a finales del siglo (1.795 - 1.811) se trazan los planos originales por el arquitecto real D. Juan de Villanueva. Durante el tiempo necesario (larguísimo) para su construcción, el culto se celebra, según D. Pascual Madoz, en el edificio blasonado con el escudo de armas perteneciente a la familia blanqueña de los Molina del Castillo y ubicado frente a la actual parroquia, perteneciente a Dña. Concepción Molina, emparentada con los Llamas, principales hacendados de nuestra huerta en la segunda mitad del S. XVIIIy que lo tenía arrendado por 220 r.l.s. en 1.817.

El proyecto original, paralizado por distintas causas (guerras, desamortizaciones de 1.836 y 1.855 problemas económicos) fue impulsado hacia 1.859 gracias a la labor de D. Jesualdo Mª Miñano, cura de Villanueva y Ulea (1.853 - 65), predicador y misionero en Filipinas que regaló un órgano valorado en 20.000 reales y las arañas del Altar Mayor.
En el Archivo Histórico Municipal, como dato que ilustra esta problemática, conservamos un Decreto de 1.870, dirigido por el Regente, general D. Juan Prim y Prats, artífice de la Revolución de 1.868 y de la Constitución Democrática de 1.869, que pretendía establecer una monarquía parlamentaria y progresista en España, al Juez del Territorio de Murcia, para que trasladase la Orden Terminante de Juramento de la Constitución por el clero, al cura de Villanueva D. José Ruiz López a través de nuestro Juez de Paz D. Ángel Ruiz, negándose éste, pues alegaba la ruptura de relaciones diplomáticas entre el Estado y la Santa Sede por los conflictivos artículos 20 y 21 sobre mantenimiento del clero y libertad religiosa.
A este presbítero y al alcalde D. Juan Massa y Massa se dirige en súplica (1.881) el Sr. D. Joaquín del Portillo y Chacón, “uno de los principales propietarios de la Huerta” para que se le conceda financiar el retablo del altar Mayor de tan excelso templo y adquirir la imagen de Ntra. Sra. de La Asunción, con tabernáculo, sagrario, mesa del altar, candelabros, sacras, etc. encargando la labra a D. Felipe Farinós, de Valencia, importando la obra 4.500 pts. Agradecido, el Ayuntamiento costea una lápida en su memoria, además “por el cariño que siente por los desgraciados”, en la Sacristía.