
Acontecimientos extraordinarios y Leyendas Mágicas de la Historia que merecen ser mencionados y dignos de recordar
El Zurrón y la Niña
La Cayetanica, como le decían en el pueblo, era la más pequeña de tres hermanas y la pobre era cojica. Un día, su madre, las mandó a recoger leña. Y estas que eran muy obedientes le hicieron caso y fueron a desempeñar la tarea. Al terminar se quedaron jugando sin percatarse de que el tiempo pasaba con rapidez y que se estaba haciendo de noche. Cuando la oscuridad sorprendió a las muchachas se dieron cuenta de su error y salieron corriendo para casa, dejando rezagada a su hermana cojica. Cayetanica se perdió en el bosque y como no quería que le pasara nada malo se sentó junto a un árbol para dejar pasar el tiempo y que así vinieran a por ella.

Pero el sueño la sorprendió y se quedó durmiendo. Quiso la fatalidad que por allí pasara un hombre con un zurrón que al verla desprevenida la cogió y la metió dentro. Y así, con ella metida dentro del zurrón, iba de pueblo en pueblo obligándola a cantar. Con el tiempo, quiso la casualidad que el hombre pisara de nuevo el pueblo de la niña.
Y el destino que juega esas malas pasadas hizo que se tropezase con la madre de Cayetanica que estaba en la puerta amasando alimento para sus otras dos hijas. El hombre le dijo a la mujer si le podía guardar el zurrón mientras él se distraía en una tarea delicada. Y la madre le respondió que sí, que ella sola se encargaba. Así que el hombre se marchó y dejó allí a la madre que a sus hijas les preguntaba:
¿A ver niñas, qué queréis que os haga?
Yo quiero un rollico - decía la mayor
Yo también quiero rollico - contestaba la mediana
Pues yo quiero un tortón - contestaba alguien desde el zurrón.
La madre se quedó turbada y repitió la pregunta. Parece que el zurrón es mágico y con voz de niña habla. Vamos a repetir la pregunta.
¿Qué queréis que os haga?
Yo quiero un rollico.
Yo también quiero un rollico.
Yo mamá quiero un tortón.
Y la madre con los ojos bañados en lágrimas abrió el zurrón y liberó a su hija. La escondieron bajo la cama y metieron en el zurrón a un gato salvaje y un montón de piedras. Al poco el hombre reapareció y se encargó del zurrón hiendo de pueblo en pueblo con el fin de recibir alguna limosna. Cuando tocó, el hombre al zurrón habló.
Dignas Leyendas extraordinarias y magníficas y relatos misteriosos de la Localidad de P. de la Horadada que sorprenderán por su contenido misterioso y mágico que han quedado impregnados en su cultura y en su historia


