Caravaca de la Cruz es un lugar de referencia para el culto de la Iglesia católica ya que desde 1.998, durante el papado de Juan Pablo II, está catalogada como una de las 8 ciudades santas de esta confesión religiosa al disponer del privilegio de celebrar Año Jubilar a perpetuidad cada siete años en torno a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
El primero de ellos tuvo lugar en 2.003 y contó con la visita del Cardenal Ratzinger, posteriormente elegido como papa con la denominación de Benedicto XVI. Por esta circunstancia, y por el propio nombre del Municipio, también se la conoce como "La Ciudad de la Cruz".
Además de ser conocida por la reliquia cristiana y su bello Casco Antiguo de origen medieval, lo es también por las Fiestas Patronales en Honor a la misma, celebradas entre los días 1 y 5 de mayo de cada año, declaradas de Interés Turístico Internacional en 2.004. Junto a las procesiones y desfiles de Moros y Cristianos, es especialmente relevante el festejo de los Caballos del Vino, que en la actualidad aspira a ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.Los restos humanos más antiguos encontrados en el término municipal de Caravaca son los restos paleolíticos del denominado yacimiento de la Cueva Negra, donde se sitúa la presencia de fuego más antigua del Paleolítico europeo.