Murcia fue invadida por los musulmanes durante los años 711 y 712, cuando Don Rodrigo fue derrotado en la batalla de Guadalete frente al califato Omeya, poniendo fin al estado visigodo de la península ibérica. Pero posteriormente, Teodomiro consiguió pactar con el invasor Abdalaziz para que le concediera a la zona, llamada Tudmir, cierta autonomía. Para conocer la procedencia de los primeros habitantes musulmanes de Beniel es necesario saber los acontecimientos militares de la época, desde la conquista del reino visigodo en el año 711 hasta la colonización de toda la vega del Segura, tras la fundación de Murcia.
La crisis en el reino visigodo debido a las rivalidades entre nobles y monarcas visigodos, entre otras causas, dio a la península una situación de inestabilidad, lo que favoreció a los musulmanes para invadir el territorio. En el 711, cuando muere Don Rodrigo, el reino visigodo desaparece por completo. Al año siguiente, Muza desembarca en Algeciras y, atacando y ocupando grandes plazas de Andalucía, consigue la conquista de Sevilla, mientras Abdalaziz, hijo de Muza, consigue los terriorios de Mediodía y Levante. En el año 713, Abdaliziz se dirigió a la zona oriental de la Península donde se enfrentó a Teodomiro, Duque de una provincia con capital en Orihuela, y cuentan que en esta provincia este último conertó con Abdalaziz el tratado de Tudmir en abril de ese mismo año. Gracias a este pacto, Teodomiro gobernó los territorios desde Lorca hasta Valencia y los visigodos conservaron sus bienes, pagando el Erario musulmán.
A principios del siglo IX, la Cora de Tudmir estaba pasando por una época de inestabilidad debido a las acusaciones de yemeníes y muladíes que la poblaban, y Abderramán II, para acabar con esas revueltas creó la ciudad de Murcia en el centro de la Vega y trasladó los órganos administrativos y políticos musulmanes a la nueva capital. Desde entonces, los grupos musulmanes, que habían sido divididos desde la conquista, se unificaron. Tras la creación de la ciudad, la vega se va agrandando. Con el tiempo van naciendo las pequeñas aldeas o alquerías, dedicadas a actividades agropecuarias y cohesionadas, social y políticamente, mediante fuertes lazos de parentesco.



 Alcachofa rellena de foie, tortilla francesa semivegetal, saquitos de langostinos, pincho pintor, tortilla marinera, bocas de mar, tosta de solomillo a la pimienta, marineras, ensaladilla y un buen número de sabores adicionales se dieron cita en este evento gastronómico que deleitó los sentidos de los visitantes.
