Orihuela (en valenciano, Oriola) es una ciudad y municipio de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, España. Situada en el extremo suroccidental de la provincia y colindante con la Región de Murcia, es capital de la comarca de la Vega Baja del Segura.
Orihuela es también el primer municipio en extensión de la provincia de Alicante.
El centro de la ciudad está a 23 metros sobre el nivel del mar y a orillas del río Segura.
La ciudad destaca, entre varias cosas, por su patrimonio cultural y natural, en especial por su casco histórico (declarado conjunto histórico - artístico y monumental), por sus festividades, entre ellas su Semana Santa (declarada de interés turístico internacional), y por sus playas.
Orihuela es la capital de la comarca de la Vega Baja del Segura y del partido judicial del mismo nombre. Ostentó la capitalidad de diversos territorios históricos como la Procuración General de Orihuela, Gobernación de Orihuela o Gobernación Ultra Xaxonam y, durante un breve período del reinado de Felipe V de Borbón, fue capital del Reino de Valencia.
En Orihuela han nacido y vivido numerosas personalidades, destacando al ilustre poeta Miguel Hernández:
Si queréis el goce de visión tan grata / que la mente a creerlo terca se resista; / si queréis en una blonda catarata / de color y luces anegar la vista; / si queréis en ámbitos tan maravillosos / como en los que en sueños la alta mente yerra / revolar, en estos versos milagrosos, / contemplad mi pueblo, contemplad mi tierra.
Si bien se ha difundido que el nombre de la ciudad sea una derivación del propio latino-visigodo Aurariola (jarrón de oro), probablemente su origen sea paleohispánico, relacionado con los abundantes topónimos peninsulares de origen incierto que empiezan por "or/ur" (Ordesa, Orpesa, etc.). Aunque se ha creído fundada por los griegos, existen numerosos yacimientos iberos e incluso Amílcar Barca creó una fortaleza en ella. La denominación más antigua que se conoce es la otorgada por el Imperio romano, denominación mantenida por los visigodos y extendida a la provincia de la que era capital Orihuela, denominándose el gobernador de la misma el Comes Civitatis Aurariolam. Según otros textos históricos la ciudad pasó a llamarse Orcellis.
Con la conquista musulmana se arabiza la fonética del nombre, que se mantiene si bien con el acostumbrado cierre de vocales de Uryúla. Tras la conquista de la ciudad y su repoblación por aragoneses y catalanes, la ciudad mantiene de nuevo su nombre preislámico, adaptando de nuevo su fonética, pasando a pronunciarse Oriola. Al recuperar la estructura vocálica romance, el nombre castellanizado pasa a pronunciarse Orihuela, por diptongación. De estas dos denominaciones históricas, solo la de Orihuela tiene rango oficial, al encontrarse la ciudad y su comarca dentro del territorio de predominio lingüístico castellano. El topónimo en valenciano es utilizado en ocasiones por la corporación municipal y en la documentación oficial de los organismos e instituciones de la Comunidad Valenciana, así como en publicaciones universitarias.
En la literatura fue llamada por el novelista novecentista Gabriel Miró Oleza, nombre con el que se suele denominar a la ciudad literariamente.
La historia de Orihuela es muy larga y compleja. Hay vestigios humanos desde el Calcolítico (segunda mitad del tercer milenio a. C.) aunque el primer asentamiento debió producirse durante el Solutrense (2.000 a. C.), habiendo también pasado por estas tierras la cultura Argárica, Bronce Final y Hierro Antiguo donde los pobladores de esta última fundaron el poblado que está situado en Los Saladares. Este poblado fue conquistada por los íberos.
La expansión de la "cultura de Los Millares" por esta comarca, pasó de una economía ganadera a una economía agrícola o mixta. La mejora en las técnicas de fundición de metales llegó de la provincia de Almería unos 3.500 años atrás con la denominada "cultura de El Argar", instaurando una sociedad jerarquizada basada en una incipiente especialización en el trabajo. En la necrópolis de San Antón se hallaron enterramientos en tinajas y también en forma de túmulo, estas últimas destinadas a personajes importantes. La lenta evolución reflejada en los yacimientos de Los Saladares y de San Antón nos introduce de lleno en el mundo ibérico, donde surge ya un primitivo urbanismo en lugares dominantes y se utiliza la cerámica de torno y decorada. La presencia de los Celtas que llegan en busca de la sal de Guardamar quedó rápidamente diluida entre la población ibérica. Estas dos razas darán aquí lugar al pueblo contestano. El primer contacto de la comarca de la Vega Baja con los griegos se produce en el siglo VI a. C., sirviendo el río Segura (llamado Thader en esa época) como vía de penetración para su comercio. La presencia de los fenicios es difícil de datar cronológicamente; es posible que fueran ellos los que enseñaron al núcleo ibérico la utilización del torno y el horno de alfarería.
Los cartagineses cambiaron el tipo de comercio de los fenicios y griegos por el de dominación política, difundiendo además el uso de la moneda Asdrúbal en el 223 a. C. Estos establecieron la primera fortificación en este meandro del río Segura.
Pero el emplazamiento actual de la ciudad fue fundado por los romanos siendo nombrada Orcelis y formando parte de la Provincia Cartaginense, imponiendo estos su lengua (el latín), cultura y cultivos.
Los arroces "clarico","de Bancal" y "de los tres puñaos" son típicamente hortelanos y como todos en el Bajo Segura de talante "melosico".
Hay que destacar la gran calidad de embutidos y salazones de elaboración local. Longaniza blanca y "colorá", morcilla negra o de carne, blanco, morcilla de verano, chorizo, morcilla de cebolla, sobrasada, morcón y otras especialidades irrumpen en los mercados prestigiando a los bien llamados "pasteleros del cerdo". Toda la Vega Baja elabora embutidos cárnicos artesanos que se consumen en muchas leguas a la redonda. Aparte de la variedad de frutas y hortalizas, así como naranjas y limones de la fértil huerta.
Una vez finalizado el periodo de dominación musulmana, los ciudadanos de Orihuela desde el día de su reconquista el 17 de julio de 1.242 (festividad de las Santas Justa y Rufina) estuvieron buscando sin descanso en toda la sierra oriolana la imagen que sus antepasados veneraron. Buscaron la imagen durante alrededor de cincuenta años sin descanso, sin hallar rastro de la imagen, por lo que desistieron.
Pasados varios años, en 1.306 de la era cristiana, tras el toque continuo de una campana en la sierra, un pastor encontró la divina imagen escondida bajo esa campana que era tañida por la propia Virgen, siendo dicho instrumento alzado por dos ángeles para liberar la imagen de su escondite tras siete siglos de ocultamiento.
Según la tradición dicho milagro tuvo lugar en la cueva del hallazgo que hoy se venera en el Real Santuario de Ntra. Sra. María Santísima de Monserrate de Orihuela.
Pocos años después este mismo papa dictó Bula el 29 de diciembre de 1.489 por la que confirmaba la existencia de la Cofradía de Ntra. Sra. de Monserrate, que durante años había mantenido el culto de Ntra. Sra. Cofradía que hoy día continúa su andadura tras el paso de los siglos.
Desde entonces el culto ha sido ininterrumpido para la Imagen siendo una de las mayores devociones de España.Asimismo, su culto se encuentra muy difundido en la Diócesis de Orihuela y en las Diócesis limítrofes como la de Cartagena-Murcia, la de Albacete y la Archidiócesis de Valencia. Asimismo, por acción de los conquistadores, fue llevada a América, donde también tiene una importante presencia, tanto en el centro como en el sur. Esto ha hecho que se creen numerosas cofradías filiales de la Muy Ilustre Cofradía de Nuestra Señora María Santísima de Monserrate.
Escudo partido, 1º de oro, cuatro palos de gules; y 2º de sinople un ave de oro sobre unos palos.
Esta descripción nos lleva al escudo de los tiempos del rey español Alfonso XII. Actualmente el escudo incorpora, además de estos elementos, unos lambrequines de color azur (azul), gules (rojo) y sinople (verde) y una corona especial que se asemeja a la Corona del príncipe de Asturias.
El ayuntamiento utiliza diferentes versiones de este escudo. Una de ellas utiliza una versión más simplificada del Oriol, además de una cinta debajo del escudo con la inscripción Orihuela. La utilización de diversas variantes del escudo por parte del consitorio garantiza su uso institucional, a pesar de no estar oficializado en el BOE ni en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana (DOGV).
Los trámites para oficializar el escudo ya están en marcha. El 28 de diciembre de 2.017 se aprobó en el pleno del ayuntamiento una propuesta para adoptar un escudo institucional acorde con la normativa valenciana, que no cumplen las versiones utilizadas hasta ahora. El nuevo emblema, al que aún le falta la aprobación final de la Generalitat Valenciana, tiene una "forma cuadrilonga con punta redonda", y está partido de manera horizontal en dos cuarteles. El superior lo ocupa el Oriol, representado según lo descrito en la Recopilación de los Estatutos, Privilegios y otras Reales Órdenes dados a la muy Noble y Muy Leal Ciudad de Orihuela para su gobierno y en el inferior aparecen los cuatro palos de gules de la Señal Real de Aragón. Al timbre se coloca una corona real abierta, y se eliminan los lambrequines.
El escudo de Orihuela ha variado su composición desde la Edad Media hasta la actualidad. El escudo medieval está compuesto por tres campos, uno central con las cuatro barras de la Señal Real de Aragón flanqueado a ambos lados por dos representaciones del Oriol. Este símbolo se conserva en la Puerta de la Olma, único acceso de las Murallas de Orihuela que se conserva.
En el siglo XIX se unificaron las cuatro barras y el Oriol en un mismo óvalo, formando la base del escudo que se utiliza hasta la actualidad. Durante los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII se usó con una corona real abierta, así como en la II República al timbre figuraba una corona mural.
Arneva, Barbarroja, Camino de Beniel, Camino Viejo de Callosa, Ciudad Jardín, Correntías Altas, Correntías Medias, Correntías Bajas, El Escorratel, El Mundamiento, Hurchillo, La Aparecida, La Campaneta, La Matanza, La Murada, Las Norias, Los Desamparados, Los Huertos, Media Legua, Molino de la Ciudad, Molins, Puertas de Murcia, Raiguero de Bonanza, Rincón de Seca, San Bartolomé y Torremendo.
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