Ojós es un municipio español de la Región de Murcia, situado en la comarca del valle de Ricote y próximo a la capital de la región, Murcia.
Ojós era una de las siete ciudades alrededor de Orihuela que los musulmanes habían dejado bajo el gobierno del jefe visigodo Teodomiro por el Tratado de Orihuela. Bajo la dominación musulmana, la ciudad se llamaba Oxox.
Ojós reúne una gran cantidad de obras hidráulicas y por ello se le considera un Museo Vivo del Agua. Principalmente agrícola, se cultivan sobre todo cítricos como la naranja o el limón verna.
El concepto de deuda viva contempla sólo las deudas con cajas y bancos relativas a créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos transferidos a terceros, excluyéndose, por tanto, la deuda comercial.
Algunos de los platos típicos de Ojós son:
1.- Bizcochos borrachos 2.- Las gachas3.- Las migas
4.- Arroz con conejo
5.- Caracoles
6.- Dulces en almíbar: peras, melocotones, etc.
7.- Carne de membrillo
8.- Mermeladas
9.- Dulce de "Monte Nevao"
10.- Rollos de San Blas
- Fiestas de San Agustín (del 26 al 29 de agosto): son sus fiestas patronales, que se hacen en honor a San Agustín y a la Virgen de la Cabeza. El día 27 de agosto se celebra Santa Mónica (la madre de San Agustín). El 28 de agosto se caracteriza por utilizar gran cantidad de pólvora tras la procesión por las calles de los dos santos y tras encontrarse éstos en el antiguo Puente del Barranco.
- En Semana Santa se subastan los Santos para las procesiones. Esta subasta se celebra de tal manera que lo recaudado sea para la iglesia, no obstante la puja es reñida ya que hay quien durante años, puja por el mismo santo. "La Cruz" siempre se la llevan los más jóvenes, que son el futuro de la subasta.
- En la madrugada del sábado al domingo de Resurrección tiene lugar la "Enramá": los jóvenes del municipio cortan una rama de olmo (o un olmo entero) para colocarla bajo la ventana de sus amadas.
- Viernes Santo es el único día del año en que se juega a "las caras". Consiste en que dos personas, "la banca", (tradicionalmente han sido miembros de la misma familia) lanzan al aire sendas monedas, en un corro de participantes que dejan su apuesta a la vista de todos. Según salga "cara" o "cruz" gana la banca o ganan los apostantes.
- "La Cencerrá" era una fiesta fuera del calendario festivo ya desaparecida. Cuando contraían nuevas nupcias viudos-viudas, solteros-viudas y al revés. Consistía en que todo el pueblo iba a la casa en la que supuestamente estaban los nuevos contrayentes después de la boda y al anochecer (el viaje de novios era prohibitivo y todo el pueblo estaba pendiente del nuevo enlace), entonces con todo tipo de instrumentos como utensilios cotidianos (cacerolas, ollas, etc.) unos más atrás y otros más adelante y los más descarados que coreaban todo tipo de rimas referentes a la pareja (con mucha picardía, idea y musiquilla)y les contestaban todos los demás presentes con estribillo, siempre debajo del balcón en que suponían que estaba durmiendo el nuevo matrimonio.Y se casan.
El Valle de Ricote había sido entregado a la Orden de Santiago en el siglo XIII para que se encargara de su administración, los caballeros santiaguistas se organizaban a partir de la regla de San Agustín. Sus miembros tenían el doble estatuto de religiosos y guerreros.
A principio del siglo XVII se produjo la expulsión de los moriscos, y uno de los que tuvieron que salir de la Península Ibérica, dejó en Ojós a su hija de 10 años, bajo la tutela de un vecino de Murcia. Este murciano recibe los bienes del morisco y, al margen de encargarse del cuidado de la niña, se compromete a sufragar perpetuamente cada año una misa el día de San Agustín. Al poco tiempo ya existía en Ojós una cofradía dedicada a este santo que organizaba una fiesta en su honor.
Varias personas importantes relacionadas con Ojós también testaron a favor de la Virgen. Un ejemplo de ello serían Don Tomás López de Poveda y Molina, y Pedro Massa Hurtado, miembro de la familia Massa, a los que más tarde pertenecería el patronato de la imagen.
Tras la entrada en la órbita castellana de la Taifa de Murcia a partir de 1.243, los conflictos sucesorios entre Alfonso X y Sáncho IV llevaron a este último a prometer el valle de Ricote a la Orden de Santiago de cara a conseguir su apoyo, dando comienzo la encomienda santiaguista en 1.285.
Hasta esa fecha, el valle había estado concedido en señorío a Enrique Pérez de Arana.
La población mudéjar de Ojós se convirtió al cristianismo en el año 1.501. A partir de este momento nacería en el pueblo la idea de separarse de Ricote y convertirse en Concejo independiente, consiguiéndolo en 1.588.
A partir del año 1.613 fueron expulsados 2.500 moriscos del valle de Ricote. La práctica totalidad de Ojós tuvo que abandonar la Península Ibérica. Golpe demográfico del que la localidad no se recuperará hasta el siglo XVIII.
La población de Ojós vigila la vida del Valle de Ricote tras el denominado Estrecho del Solvente, en uno de los puntos más encajonados del valle, marcada por tanto por el río Segura y las antiquísimas huertas situadas en sus márgenes
El Arco, El Barranco, El Campillo, La Alquibla y La Cuna.
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Guardias Civiles inspeccionando la Masacre in situ, una Tala indiscriminada y brutal de un Bosque